1. ¿Por qué está subiendo el precio de los alimentos?
Los precios de la mayoría de los productos alimenticios provenientes de la agricultura han subido dramáticamente durante los últimos dos años.
Varios factores han contribuido a este fenómeno: Uno es los bajos niveles de reserva mundial (especialmente de trigo y maíz), después de dos años de bajas cosechas en Europa (2006 y 2007).
En segundo lugar débiles esquemas de cultivo en países con altos nivel de producción como Australia; también la creciente demanda de granos para biocombustibles, producción que está basada en subsidios.
Influyen los cambios graduales en las políticas sobre agricultura en países de la OCDE, donde la reducción de subsidios ha derivado en la reducción de excedentes.
A esto se suma el crecimiento económico sostenido en países en desarrollo y la creciente población mundial. Además, los mercados de la agricultura se entrelazan con mercados no típicos de la agricultura, como energía, manufactura, finanzas, etc., que normalmente no consumían granos. El cambio climático y menos recursos naturales (especialmente agua) también están influyendo en la producción y demanda de alimentos.
2. ¿Ha habido un cambio estructural en los mercados?
Después de décadas de ir a la baja, los precios de los productos agrícolas están mostrando signos de una tendencia a la alza. Lo que distingue la actual situación de los mercados agrícolas de situaciones anteriores es que la competencia de precios está durando más y están afectando a prácticamente todos los productos alimentarios, no sólo a unos cuantos. Sin embargo, algunas de las fuerzas que están marcando la situación actual del mercado pueden ser fenómenos a corto plazo. Un ejemplo es el papel de los biocombustibles como una alternativa sustentable ante la incertidumbre de la reserva de combustible fósil. Es evidente que, en escenarios competitivos, si los precios de las reservas agrícolas subieran más rápido que los precios de la energía, perderían su competitividad frente al mercado energético. Aún así es prematuro suponer que este cambio en el mercado sucederá en lo inmediato.
3. ¿Cuál es el papel de los biocombustibles?
Los biocombustibles tienden a consumir productos agrícolas que antes sólo se usaban para la nutrición y alimentación de animales. Estos biocombustibles pueden reducir la disponibilidad de comida para uso nutricional, porque la creciente "efectiva" demanda de granos, azúcar o aceites y otros alimentos básicos, que se usan como reserva para la producción de combustible, tienden a ofrecer mejor precio por los productos agrícolas que el mercado de los alimentos.
Esta nueva fuente de demanda ha estado jugando un papel importante en la determinación de los precios. Son los productos de mayor demanda tanto para la alimentación, como para combustibles, especialmente el maíz, los que han tenido mayor impacto en los precios. Por ejemplo, cerca de 40 millones de toneladas creció la demanda mundial de maíz en 2007, de esos, 30 millones fueron utilizadas para plantas de etanol exclusivamente.
Mucha de esta expansión ocurrió en Estados Unidos, el mayor productor y exportador de maíz del mundo. Esto explica el excesivo crecimiento de los precios internacionales del maíz desde principios de 2007. La dura reacción en los precios también está relacionada con la rapidez (básicamente en dos o 3 años) con la que la nueva demanda se ha materializado y concentrado en Estados Unidos (más del 90%). Globalmente, en 2007, cerca de 12% del maíz se destinó para etanol, comparado con el 60% destinado a alimentar animales. En Estados Unidos, el maíz utilizado para producir etanol representa 30% del grano que ese país consume en un año.
4. ¿Cuál es el papel del cambio climático?
El clima siempre ha jugado un papel decisivo en la agricultura. La alteración climática puede elevar los niveles de producción, pero también puede ser destructivo. En 2007, Estados Unidos levantó una cosecha de maíz récord gracias, entre otras cosas, a que aumentaron las tierras de cultivo y a condiciones climáticas favorables. En contraste, una sequía constante redujo la producción en Australia por segundo año consecutivo. Australia es el más importante importador de grano del mundo.
Pese a la alerta de los científicos por el cambio climático consecuencia del calentamiento global, no está claro si los efectos se están sintiendo ya. Hasta ahora, los agricultores han podido lidiar o adaptarse a los diferentes y nuevos fenómenos en la temperatura.
Sin embargo es incierto por cuánto tiempo más podrán arreglárselas con fenómenos climáticos cada vez más frecuentes y cambios de temperaturas cada vez más extremos.
5. ¿Cuál es el papel de las economías emergentes?
Las economías emergentes, particularmente China e India, están jugando un papel importante en la demanda y suministro de los productos agrícolas. Sin embargo, las crecientes alzas a los precios de estos productos no parecen originarse en estos mercados. Por ejemplo, en la actual temporada (2007/08) ni China ni India están jugando el papel determinante como importadores de cereales en los mercados mundiales. De hecho, China continúa exportando maíz mientras las importaciones de trigo de India son relativamente pequeñas, especialmente si se compara con su consumo total. Con ingresos cada vez mayores, la dieta de los habitantes en países emergentes va cambiando paulatinamente de aquella basada en granos, sobre el consumo de productos derivados de ganado y granja.
Al mismo tiempo, el crecimiento de la economía va acompañado por una fuerte urbanización, con gente moviéndose de áreas rurales a ciudades, donde la demanda de trabajadores es mayor. Además, las tierras cultivables se están usando a usos distintos a la agricultura (residencial, industrial, etc.)
Esta paulatina evolución económica no parece tener un impacto determinante en los mercados mundiales o en el alza de precios como cuando, por ejemplo, los mercados enfrentaron una aguda carestía.
6. ¿Hay vuelta atrás en la disminución de los verdaderos precios de los productos agrícolas?
Después de varias décadas de excedentes alimentarios y precios bajos, los precios internacionales en la mayoría de los productos agrarios parece que se han movido a la alza e incluso a niveles récord. Los altos precios puede mantenerse por varios años. Aún así, es importante poner estos altos precios en perspectiva. En términos reales, los precios actuales de los productos agrícolas son similares a las alzas durante la crisis de Asia a mediados de los 90 y son mucho más bajos que los observados en los años 70. Los amplios subsidios garantizados a la agricultura por los países de la OCDE son la principal razón de que los precios se mantuvieran tan bajos por años. Cambios en esas políticas de subsidios, junto con escasez de recursos naturales, como falta de agua y poca difusión de tecnologías ya existentes o nuevas, pueden restringir el crecimiento de recursos alimentarios, mientras la demanda mundial continúa en expansión. En contra de este antecedente, parece poco probable que los precios de los productos alimentarios regresen a los bajos niveles de las dos décadas previas.
7. ¿Cuál es el impacto de los altos precios a los alimentos a nivel mundial? ¿quién se beneficia y quién pierde?
El costo global de los productos alimenticios de importación ha aumentado al menos 20% desde 2006. Es evidente que, cuando el precio de los alimentos sube, los consumidores son los primeros en resentirlo. Especialmente en países con bajos recursos y déficit alimentario, el alza en los precios se traduce en un considerable aumento en las importaciones con impactos negativos en el balance de pagos. Por muchos años, los consumidores alrededor del mundo se han beneficiado por precios bajos en los alimentos. En muchos países, los productores han podido sembrar año con año gracias a fuertes apoyos gubernamentales. Muchos de los países en desarrollo no pueden ya mantener esas medidas de apoyo. Como resultado, la inversión en agricultura ha bajado en las economías pobres, lo que los hace a estos países cada vez más dependientes de importaciones para cubrir sus requerimientos básicos de alimentación. Si los precios altos de hoy realmente permean con los agricultores en los países en desarrollo, ellos pueden ver un impacto positivo en la producción de alimentos, pues derivará en mayor ganancia para ellos, y convertir a la agricultura en una máquina de crecimiento y una generadora de empleos, especialmente en áreas rurales.
8. ¿Cuales son las perspectivas a mediano y largo plazo?
Desde el punto de vista de la FAO, las condiciones actuales del mercado son motivo de preocupación porque las reservas de comida mundiales están alarmantemente bajas y el balance mundial de comida es muy frágil. Los altos precios pueden impulsar la plantación de varios cultivos en 2008, que bajo condiciones climáticas adecuadas, podrían a su vez estimular la producción y eventualmente ocasionar que los precios bajen.
Sin embargo, dada la poca probabilidad de una mayor expansión de las tierras cultivables en el corto plazo, cualquier aumento en plantaciones de un cultivo puede afectar la expansión de otro. Aún así, mientras los precios de algunos productos pueden bajar, los de otros aún aumentarían.
Aventurarse a un cálculo al corto plazo es difícil porque los mercados mundiales de comida están muy ligados a otros mercados, como el de energía y el financiero. Una visión a mediano plazo de FAO y OCDE, publicada en julio de 2007, proyecta mayores precios para alimentos del 2007 al 2016.
9. ¿Cómo están reaccionando los gobiernos?
Los altos precios internacionales han ocasionado que se incrementen las políticas proteccionistas en muchos países, fundamentalmente para evitar que los precios suban sustancialmente en los mercados internos. En 2007, muchos países importadores han reducido o suspendido sus restricciones de importación, mientras que muchos países exportadores han limitado sus exportaciones, ante el temor de que vender grandes cantidades pueda crear escasez en el mercado interno y en consecuencia elevar los precios locales.
Algunos países han liberado reservas para estabilizar sus precios. Otros con potencial de crecimiento agropecuario han manejado los precios de inversión para motivar más cultivos en la siguiente temporada agrícola.
10. ¿Cuál es la respuesta de la FAO?
La FAO monitorea constantemente los mercados mundiales, mantiene actualizada la información sobre la situación mundial alimentaria y gira advertencias sobre posibles crisis alimentarias en los países que resultan más afectados. Los altos precios de los alimentos tienen impactos negativos particularmente en consumidores tanto de áreas rurales como urbanas de los países más pobres. Al mismo tiempo representan una oportunidad única para los agricultores pobres para crecer su productividad. En colaboración con la Unión Africana, la MD (Millennium Development Goal), iniciativas por África, el Banco Mundial y el Programa Mundial de Alimentación, así como el Fondo para el Desarrollo de la Agricultura, la FAO discute medidas concretas para ayudar a los países a enfrentar los precios de los productos alimentarios. Se pretende ayudar a los agricultores a mejorar sus cultivos mediante mejor tecnología y el uso de mejores semillas y fertilizante, así como aliviar la situación de los grupos más vulnerables con programas de apoyo como comidas escolares y programas de nutrición.
Elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO)
Fuente: El Universal
Los precios de la mayoría de los productos alimenticios provenientes de la agricultura han subido dramáticamente durante los últimos dos años.
Varios factores han contribuido a este fenómeno: Uno es los bajos niveles de reserva mundial (especialmente de trigo y maíz), después de dos años de bajas cosechas en Europa (2006 y 2007).
En segundo lugar débiles esquemas de cultivo en países con altos nivel de producción como Australia; también la creciente demanda de granos para biocombustibles, producción que está basada en subsidios.
Influyen los cambios graduales en las políticas sobre agricultura en países de la OCDE, donde la reducción de subsidios ha derivado en la reducción de excedentes.
A esto se suma el crecimiento económico sostenido en países en desarrollo y la creciente población mundial. Además, los mercados de la agricultura se entrelazan con mercados no típicos de la agricultura, como energía, manufactura, finanzas, etc., que normalmente no consumían granos. El cambio climático y menos recursos naturales (especialmente agua) también están influyendo en la producción y demanda de alimentos.
2. ¿Ha habido un cambio estructural en los mercados?
Después de décadas de ir a la baja, los precios de los productos agrícolas están mostrando signos de una tendencia a la alza. Lo que distingue la actual situación de los mercados agrícolas de situaciones anteriores es que la competencia de precios está durando más y están afectando a prácticamente todos los productos alimentarios, no sólo a unos cuantos. Sin embargo, algunas de las fuerzas que están marcando la situación actual del mercado pueden ser fenómenos a corto plazo. Un ejemplo es el papel de los biocombustibles como una alternativa sustentable ante la incertidumbre de la reserva de combustible fósil. Es evidente que, en escenarios competitivos, si los precios de las reservas agrícolas subieran más rápido que los precios de la energía, perderían su competitividad frente al mercado energético. Aún así es prematuro suponer que este cambio en el mercado sucederá en lo inmediato.
3. ¿Cuál es el papel de los biocombustibles?
Los biocombustibles tienden a consumir productos agrícolas que antes sólo se usaban para la nutrición y alimentación de animales. Estos biocombustibles pueden reducir la disponibilidad de comida para uso nutricional, porque la creciente "efectiva" demanda de granos, azúcar o aceites y otros alimentos básicos, que se usan como reserva para la producción de combustible, tienden a ofrecer mejor precio por los productos agrícolas que el mercado de los alimentos.
Esta nueva fuente de demanda ha estado jugando un papel importante en la determinación de los precios. Son los productos de mayor demanda tanto para la alimentación, como para combustibles, especialmente el maíz, los que han tenido mayor impacto en los precios. Por ejemplo, cerca de 40 millones de toneladas creció la demanda mundial de maíz en 2007, de esos, 30 millones fueron utilizadas para plantas de etanol exclusivamente.
Mucha de esta expansión ocurrió en Estados Unidos, el mayor productor y exportador de maíz del mundo. Esto explica el excesivo crecimiento de los precios internacionales del maíz desde principios de 2007. La dura reacción en los precios también está relacionada con la rapidez (básicamente en dos o 3 años) con la que la nueva demanda se ha materializado y concentrado en Estados Unidos (más del 90%). Globalmente, en 2007, cerca de 12% del maíz se destinó para etanol, comparado con el 60% destinado a alimentar animales. En Estados Unidos, el maíz utilizado para producir etanol representa 30% del grano que ese país consume en un año.
4. ¿Cuál es el papel del cambio climático?
El clima siempre ha jugado un papel decisivo en la agricultura. La alteración climática puede elevar los niveles de producción, pero también puede ser destructivo. En 2007, Estados Unidos levantó una cosecha de maíz récord gracias, entre otras cosas, a que aumentaron las tierras de cultivo y a condiciones climáticas favorables. En contraste, una sequía constante redujo la producción en Australia por segundo año consecutivo. Australia es el más importante importador de grano del mundo.
Pese a la alerta de los científicos por el cambio climático consecuencia del calentamiento global, no está claro si los efectos se están sintiendo ya. Hasta ahora, los agricultores han podido lidiar o adaptarse a los diferentes y nuevos fenómenos en la temperatura.
Sin embargo es incierto por cuánto tiempo más podrán arreglárselas con fenómenos climáticos cada vez más frecuentes y cambios de temperaturas cada vez más extremos.
5. ¿Cuál es el papel de las economías emergentes?
Las economías emergentes, particularmente China e India, están jugando un papel importante en la demanda y suministro de los productos agrícolas. Sin embargo, las crecientes alzas a los precios de estos productos no parecen originarse en estos mercados. Por ejemplo, en la actual temporada (2007/08) ni China ni India están jugando el papel determinante como importadores de cereales en los mercados mundiales. De hecho, China continúa exportando maíz mientras las importaciones de trigo de India son relativamente pequeñas, especialmente si se compara con su consumo total. Con ingresos cada vez mayores, la dieta de los habitantes en países emergentes va cambiando paulatinamente de aquella basada en granos, sobre el consumo de productos derivados de ganado y granja.
Al mismo tiempo, el crecimiento de la economía va acompañado por una fuerte urbanización, con gente moviéndose de áreas rurales a ciudades, donde la demanda de trabajadores es mayor. Además, las tierras cultivables se están usando a usos distintos a la agricultura (residencial, industrial, etc.)
Esta paulatina evolución económica no parece tener un impacto determinante en los mercados mundiales o en el alza de precios como cuando, por ejemplo, los mercados enfrentaron una aguda carestía.
6. ¿Hay vuelta atrás en la disminución de los verdaderos precios de los productos agrícolas?
Después de varias décadas de excedentes alimentarios y precios bajos, los precios internacionales en la mayoría de los productos agrarios parece que se han movido a la alza e incluso a niveles récord. Los altos precios puede mantenerse por varios años. Aún así, es importante poner estos altos precios en perspectiva. En términos reales, los precios actuales de los productos agrícolas son similares a las alzas durante la crisis de Asia a mediados de los 90 y son mucho más bajos que los observados en los años 70. Los amplios subsidios garantizados a la agricultura por los países de la OCDE son la principal razón de que los precios se mantuvieran tan bajos por años. Cambios en esas políticas de subsidios, junto con escasez de recursos naturales, como falta de agua y poca difusión de tecnologías ya existentes o nuevas, pueden restringir el crecimiento de recursos alimentarios, mientras la demanda mundial continúa en expansión. En contra de este antecedente, parece poco probable que los precios de los productos alimentarios regresen a los bajos niveles de las dos décadas previas.
7. ¿Cuál es el impacto de los altos precios a los alimentos a nivel mundial? ¿quién se beneficia y quién pierde?
El costo global de los productos alimenticios de importación ha aumentado al menos 20% desde 2006. Es evidente que, cuando el precio de los alimentos sube, los consumidores son los primeros en resentirlo. Especialmente en países con bajos recursos y déficit alimentario, el alza en los precios se traduce en un considerable aumento en las importaciones con impactos negativos en el balance de pagos. Por muchos años, los consumidores alrededor del mundo se han beneficiado por precios bajos en los alimentos. En muchos países, los productores han podido sembrar año con año gracias a fuertes apoyos gubernamentales. Muchos de los países en desarrollo no pueden ya mantener esas medidas de apoyo. Como resultado, la inversión en agricultura ha bajado en las economías pobres, lo que los hace a estos países cada vez más dependientes de importaciones para cubrir sus requerimientos básicos de alimentación. Si los precios altos de hoy realmente permean con los agricultores en los países en desarrollo, ellos pueden ver un impacto positivo en la producción de alimentos, pues derivará en mayor ganancia para ellos, y convertir a la agricultura en una máquina de crecimiento y una generadora de empleos, especialmente en áreas rurales.
8. ¿Cuales son las perspectivas a mediano y largo plazo?
Desde el punto de vista de la FAO, las condiciones actuales del mercado son motivo de preocupación porque las reservas de comida mundiales están alarmantemente bajas y el balance mundial de comida es muy frágil. Los altos precios pueden impulsar la plantación de varios cultivos en 2008, que bajo condiciones climáticas adecuadas, podrían a su vez estimular la producción y eventualmente ocasionar que los precios bajen.
Sin embargo, dada la poca probabilidad de una mayor expansión de las tierras cultivables en el corto plazo, cualquier aumento en plantaciones de un cultivo puede afectar la expansión de otro. Aún así, mientras los precios de algunos productos pueden bajar, los de otros aún aumentarían.
Aventurarse a un cálculo al corto plazo es difícil porque los mercados mundiales de comida están muy ligados a otros mercados, como el de energía y el financiero. Una visión a mediano plazo de FAO y OCDE, publicada en julio de 2007, proyecta mayores precios para alimentos del 2007 al 2016.
9. ¿Cómo están reaccionando los gobiernos?
Los altos precios internacionales han ocasionado que se incrementen las políticas proteccionistas en muchos países, fundamentalmente para evitar que los precios suban sustancialmente en los mercados internos. En 2007, muchos países importadores han reducido o suspendido sus restricciones de importación, mientras que muchos países exportadores han limitado sus exportaciones, ante el temor de que vender grandes cantidades pueda crear escasez en el mercado interno y en consecuencia elevar los precios locales.
Algunos países han liberado reservas para estabilizar sus precios. Otros con potencial de crecimiento agropecuario han manejado los precios de inversión para motivar más cultivos en la siguiente temporada agrícola.
10. ¿Cuál es la respuesta de la FAO?
La FAO monitorea constantemente los mercados mundiales, mantiene actualizada la información sobre la situación mundial alimentaria y gira advertencias sobre posibles crisis alimentarias en los países que resultan más afectados. Los altos precios de los alimentos tienen impactos negativos particularmente en consumidores tanto de áreas rurales como urbanas de los países más pobres. Al mismo tiempo representan una oportunidad única para los agricultores pobres para crecer su productividad. En colaboración con la Unión Africana, la MD (Millennium Development Goal), iniciativas por África, el Banco Mundial y el Programa Mundial de Alimentación, así como el Fondo para el Desarrollo de la Agricultura, la FAO discute medidas concretas para ayudar a los países a enfrentar los precios de los productos alimentarios. Se pretende ayudar a los agricultores a mejorar sus cultivos mediante mejor tecnología y el uso de mejores semillas y fertilizante, así como aliviar la situación de los grupos más vulnerables con programas de apoyo como comidas escolares y programas de nutrición.
Elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO)
Fuente: El Universal
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