Para complementar el articulo anterior, coloco también un interesante articulo que salió este último domingo en el Diario El comercio en donde Renato Cisneros analiza como se ha manejado el tema del medio ambiente hasta el momento.
Recién el 2006, cuando proyectaron la película "Una verdad incómoda", producida y protagonizada por Al Gore (ex candidato a la presidencia de Estados Unidos y ex vicepresidente de ese país), muchos nos dimos cuenta de que el asunto del calentamiento global y la conservación del medio ambiente no era, pues, el rollo gastado de unos cuantos excéntricos alharaquientos.
Gore incluso mereció el Nobel de la Paz 2007 por liderar una cruzada en pos de mejorar la política ambiental del mundo.
Aunque es ingeniero y no político, Antonio Brack, nuestro primer ministro del Ambiente, es lo más parecido que tenemos a Al Gore; esto es, un hombre que, desde la política, intentará encarrilarnos en la tendencia global del cuidado ambiental.
En el Perú el tema lleva discutiéndose más de 20 años, y se puede colegir que la mayor parte de esa discusión se ha caracterizado por el empuje de diversos organismos no gubernamentales y por cierto desinterés estatal.
Para el ingeniero Carlos Loret de Mola, ex presidente del Consejo Nacional del Ambiente (Conam), la preocupación por el tema ambiental se inició en los años setenta, pero recién se concretó en los noventa.
"Un hito importante fue la reunión 'Río 92', una cumbre sobre el desarrollo sostenible en la que el Estado y varios otros actores de la sociedad peruana participaron. Fue el primer encuentro donde el tema se puso mundialmente al más alto nivel".
Marcos Alegre, director del Centro de Ecoeficiencia y Responsabilidad Social del Grupo GEA, opina que este tema ha ido ingresando en la agenda pública a partir de la experiencia de problemas flagrantes, como la contaminación pesquera en Chimbote o la contaminación minera y metalúrgica en La Oroya.
"Cuando la Southern Copper Corporation abrió en Ilo, el tema también se discutió. Recuerdo que en un momento el Perú tenía un mapa de puntos críticos ambientales", dice Marcos.
Patricia Iturregui, especialista en cambio climático y miembro del Comité de Cumplimiento del Protocolo de Kioto, considera que el tema ambiental se ha vuelto importante a partir del acuerdo comercial con Estados Unidos.
"Es la primera vez que el Perú suscribe un acuerdo comercial que contiene un capítulo ambiental y un anexo forestal. Si no cumplimos nuestra legislación ambiental y los siete convenios internacionales priorizados, podemos ser objeto de sanciones comerciales. Hay similares disposiciones en el acuerdo con la Unión Europea y Canadá", advierte.
ACTORES ESTELARES
Anna Zucchetti, directora del Grupo GEA, piensa que la creación de conciencia y la incidencia de estos temas en el ámbito político han sido un mérito de los grupos de la sociedad civil.
"Las ONG y las Naciones Unidas han jugado un rol clave. En casi todos los países ha sucedido lo mismo", apunta Zucchetti.
Ella señala, además, que el Perú es uno de los últimos países en la región que se ha acordado de tener un ministerio del Ambiente, pues el resto ya cuenta con uno desde hace varios años.
"Ojo que tener un ministerio no equivale a hacer una buena política ambiental. Si no se tienen recursos y si hay debilidad, puede ser un saludo a la bandera. Todo depende de las herramientas y del presupuesto que se le dé", agrega.
Para Pedro Solano, quien --además de integrar la famosa banda Cementerio Club-- dirige desde hace 20 años el Programa de Conservación de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental, el Perú goza de una muy buena legislación en temas ambientales, aunque aún carece de un auténtico soporte gubernamental.
"Tenemos la Ley General del Ambiente, o la Ley de Áreas Naturales protegidas. Ha habido una corriente de la sociedad civil --y de gente vinculada a instituciones estatales, tipo Conam o Inrena-- que ha empujado esos temas. Pero a la hora de convertir eso en política de Estado, todo se tambalea".
Solano indica que en los últimos 50 años el Perú estableció 63 áreas naturales protegidas (casi 20 millones de hectáreas, cuatro veces el tamaño de Costa Rica, el país que, irónicamente, se presenta como el de mayor proyección en biodiversidad).
En esas áreas --subraya-- el Perú invierte anualmente casi 4 o 5 millones de soles, es decir, cuatro veces menos de lo que invierte en destrozar un estadio para ponerle cancha artificial. "Cómo se puede hablar de una política de Estado cuando no hay equivalencia en cuestiones de inversión", se pregunta.
Loret de Mola dice que no hay que satanizar a las ONG. Muchas de ellas han ayudado a la población a tener una mejor calidad de vida, cubriendo con éxito el espacio dejado por el Estado, que se puso de perfil en muchos temas en regiones alejadas.
Marcos Alegre coincide con eso y añade que las ONG han prendido chispas que han desencadenado procesos grandes, haciendo reaccionar al Estado.
LA MIRADA DE LA GENTE
Es innegable que en los últimos años la ciudadanía de a pie ha derribado una cadena de prejuicios que le hacía mirar con soslayo esos mismos temas que ahora mira con preocupación.
Anna Zucchetti advierte que ahora la gente relaciona su salud y su bienestar con la contaminación del aire, el consumo del agua y con los residuos. "El 2004 le consultamos a gente de Lima y Callao si estaba dispuesta a pagar para mejorar el ambiente. El 64% de encuestados dijo que sí".
A propósito del cambio climático, Patricia Iturriaga recuerda que el tema fue tratado en la reciente cumbre AL--CUE y observa que nunca ha habido tanta preocupación de parte de científicos, gobiernos, prensa, empresarios y opinión pública.
"No hay tiempo que perder en empezar drásticas reducciones de emisiones, y se está negociando un acuerdo internacional post Kioto que deberá ser justo para nuestro derecho al desarrollo".
Marcos Alegre indica que, si bien es cierto ya no se mira a los ambientalistas como hippies, el avance del tema en el Perú sigue yendo de la mano con la vivencia de ciertos dramas, como la intoxicación de niños en Cusco por consumo de plaguicidas.
Con todo, él también está de acuerdo en que hay una conciencia mucho más extendida.
"En los colegios se habla de temas ambientales, los cuentos para niños incluyen cuestiones ambientales. Sin embargo, aún tenemos pasivos culturales: hay quienes no creen en el cambio porque la empresa privada hizo mucho daño ambiental".
Loret de Mola entiende que el avance es evidente, un poco por la atención política y otro tanto por el involucramiento del empresariado. Él sostiene que estamos en un proceso, cuyo fin es el establecimiento de una ciudadanía ambiental. Para ello, subraya, la educación es fundamental.
"Un pueblo educado que asume responsabilidades ambientales va a resolver los problemas que se nos presentan. Para el Perú, un país megadiverso, eso es absolutamente necesario".
Pedro Solano, finalmente, cuenta que en los constantes viajes que realiza al interior del país nota que la gente de campo ya no piensa en depredar o quemar tal bosque, sino que ha incluido en su jerga coloquial palabras antes tan raras como 'sostenibilidad'.
"Cuando yo empecé en esto hace veinte años, la gente de mi promoción me miraba como el loco que se había metido a cuidar pajaritos. Ahora me miran con consideración".
EL MINISTRO Y EL FUTURO
Aunque ninguno de los entrevistados discute la presencia de Brack en el ministerio, sí se permiten hacerle sugerencias.
Para Loret de Mola, el ministro, además de asegurar un presupuesto adecuado, necesitará tolerancia, espíritu de inclusión y capacidad de convocatoria. "Ojalá que cuente con el respaldo de la ciudadanía para fortalecer su autoridad", comenta.
Marcos Alegre espera que Brack se rodee de gente que complemente su perfil, ya que --según él-- su liderazgo en temas 'marrones' (contaminación industrial urbana) no es tan prominente como su liderazgo en temas 'verdes' (recursos naturales, bosques, flora, fauna).
Para Zucchetti, el nombramiento de Brack genera ilusión en la comunidad ambiental, por ser una persona honesta y comprometida. Pese a ello --y notando que el ministerio nace con una ley que tiene muchos vacíos-- le sugiere al ministro producir leyes complementarias que especifiquen sus competencias en, por ejemplo, la evaluación y aprobación de los estudios de impacto ambiental, o en la política nacional del manejo del agua, o en la fiscalización de los sectores público y privado.
Solano dice que el ministerio es legalmente débil, pues Brack (a quien se refiere como el científico más reconocido en estos temas) ha mencionado cinco prioridades en las que no tiene competencia suficiente. Solano da dos ejemplos: el tema de los residuos sólidos depende de los municipios, y el tema del estudio de impacto ambiental depende del Ministerio de Energía y Minas.
A la luz de las opiniones de estos cinco expertos, estamos ante el nacimiento de una entidad de la que todos los peruanos somos, en algún sentido, viceministros o, por lo menos, colaboradores permanentes. Si la gestión de Brack --nuestro Al Gore-- falla, el menos responsable será él.
CRONOLOGÍA
1985: Se crea el Consejo Nacional de Protección del Medio Ambiente para la Salud, convertido luego en Instituto Nacional de Protección del Medio Ambiente para la Salud.
1990: Se establece el Código del Medio Ambiente y los Recursos Naturales.
1994: Se crea el Consejo Nacional del Ambiente -- CONAM.
1996:Se genera la primera Agenda Ambiental Nacional.
1997: Se crea el Fondo Nacional del Ambiente -- FONAM.
1998: Se crea la primera Comisión Ambiental Regional -- CAR.
1999: Se crea el Marco Estructural de la Gestión Ambiental (MEGA).
2005: Se aprueba la Ley Marco del Sistema Nacional de Gestión Ambiental.
Se sustituye el Código del Medio Ambiente y los Recursos Naturales con la Ley General del Ambiente.
2007: Alan García anuncia la decisión de crear un ministerio del medio ambiente.
Gore incluso mereció el Nobel de la Paz 2007 por liderar una cruzada en pos de mejorar la política ambiental del mundo.
Aunque es ingeniero y no político, Antonio Brack, nuestro primer ministro del Ambiente, es lo más parecido que tenemos a Al Gore; esto es, un hombre que, desde la política, intentará encarrilarnos en la tendencia global del cuidado ambiental.
En el Perú el tema lleva discutiéndose más de 20 años, y se puede colegir que la mayor parte de esa discusión se ha caracterizado por el empuje de diversos organismos no gubernamentales y por cierto desinterés estatal.
Para el ingeniero Carlos Loret de Mola, ex presidente del Consejo Nacional del Ambiente (Conam), la preocupación por el tema ambiental se inició en los años setenta, pero recién se concretó en los noventa.
"Un hito importante fue la reunión 'Río 92', una cumbre sobre el desarrollo sostenible en la que el Estado y varios otros actores de la sociedad peruana participaron. Fue el primer encuentro donde el tema se puso mundialmente al más alto nivel".
Marcos Alegre, director del Centro de Ecoeficiencia y Responsabilidad Social del Grupo GEA, opina que este tema ha ido ingresando en la agenda pública a partir de la experiencia de problemas flagrantes, como la contaminación pesquera en Chimbote o la contaminación minera y metalúrgica en La Oroya.
"Cuando la Southern Copper Corporation abrió en Ilo, el tema también se discutió. Recuerdo que en un momento el Perú tenía un mapa de puntos críticos ambientales", dice Marcos.
Patricia Iturregui, especialista en cambio climático y miembro del Comité de Cumplimiento del Protocolo de Kioto, considera que el tema ambiental se ha vuelto importante a partir del acuerdo comercial con Estados Unidos.
"Es la primera vez que el Perú suscribe un acuerdo comercial que contiene un capítulo ambiental y un anexo forestal. Si no cumplimos nuestra legislación ambiental y los siete convenios internacionales priorizados, podemos ser objeto de sanciones comerciales. Hay similares disposiciones en el acuerdo con la Unión Europea y Canadá", advierte.
ACTORES ESTELARES
Anna Zucchetti, directora del Grupo GEA, piensa que la creación de conciencia y la incidencia de estos temas en el ámbito político han sido un mérito de los grupos de la sociedad civil.
"Las ONG y las Naciones Unidas han jugado un rol clave. En casi todos los países ha sucedido lo mismo", apunta Zucchetti.
Ella señala, además, que el Perú es uno de los últimos países en la región que se ha acordado de tener un ministerio del Ambiente, pues el resto ya cuenta con uno desde hace varios años.
"Ojo que tener un ministerio no equivale a hacer una buena política ambiental. Si no se tienen recursos y si hay debilidad, puede ser un saludo a la bandera. Todo depende de las herramientas y del presupuesto que se le dé", agrega.
Para Pedro Solano, quien --además de integrar la famosa banda Cementerio Club-- dirige desde hace 20 años el Programa de Conservación de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental, el Perú goza de una muy buena legislación en temas ambientales, aunque aún carece de un auténtico soporte gubernamental.
"Tenemos la Ley General del Ambiente, o la Ley de Áreas Naturales protegidas. Ha habido una corriente de la sociedad civil --y de gente vinculada a instituciones estatales, tipo Conam o Inrena-- que ha empujado esos temas. Pero a la hora de convertir eso en política de Estado, todo se tambalea".
Solano indica que en los últimos 50 años el Perú estableció 63 áreas naturales protegidas (casi 20 millones de hectáreas, cuatro veces el tamaño de Costa Rica, el país que, irónicamente, se presenta como el de mayor proyección en biodiversidad).
En esas áreas --subraya-- el Perú invierte anualmente casi 4 o 5 millones de soles, es decir, cuatro veces menos de lo que invierte en destrozar un estadio para ponerle cancha artificial. "Cómo se puede hablar de una política de Estado cuando no hay equivalencia en cuestiones de inversión", se pregunta.
Loret de Mola dice que no hay que satanizar a las ONG. Muchas de ellas han ayudado a la población a tener una mejor calidad de vida, cubriendo con éxito el espacio dejado por el Estado, que se puso de perfil en muchos temas en regiones alejadas.
Marcos Alegre coincide con eso y añade que las ONG han prendido chispas que han desencadenado procesos grandes, haciendo reaccionar al Estado.
LA MIRADA DE LA GENTE
Es innegable que en los últimos años la ciudadanía de a pie ha derribado una cadena de prejuicios que le hacía mirar con soslayo esos mismos temas que ahora mira con preocupación.
Anna Zucchetti advierte que ahora la gente relaciona su salud y su bienestar con la contaminación del aire, el consumo del agua y con los residuos. "El 2004 le consultamos a gente de Lima y Callao si estaba dispuesta a pagar para mejorar el ambiente. El 64% de encuestados dijo que sí".
A propósito del cambio climático, Patricia Iturriaga recuerda que el tema fue tratado en la reciente cumbre AL--CUE y observa que nunca ha habido tanta preocupación de parte de científicos, gobiernos, prensa, empresarios y opinión pública.
"No hay tiempo que perder en empezar drásticas reducciones de emisiones, y se está negociando un acuerdo internacional post Kioto que deberá ser justo para nuestro derecho al desarrollo".
Marcos Alegre indica que, si bien es cierto ya no se mira a los ambientalistas como hippies, el avance del tema en el Perú sigue yendo de la mano con la vivencia de ciertos dramas, como la intoxicación de niños en Cusco por consumo de plaguicidas.
Con todo, él también está de acuerdo en que hay una conciencia mucho más extendida.
"En los colegios se habla de temas ambientales, los cuentos para niños incluyen cuestiones ambientales. Sin embargo, aún tenemos pasivos culturales: hay quienes no creen en el cambio porque la empresa privada hizo mucho daño ambiental".
Loret de Mola entiende que el avance es evidente, un poco por la atención política y otro tanto por el involucramiento del empresariado. Él sostiene que estamos en un proceso, cuyo fin es el establecimiento de una ciudadanía ambiental. Para ello, subraya, la educación es fundamental.
"Un pueblo educado que asume responsabilidades ambientales va a resolver los problemas que se nos presentan. Para el Perú, un país megadiverso, eso es absolutamente necesario".
Pedro Solano, finalmente, cuenta que en los constantes viajes que realiza al interior del país nota que la gente de campo ya no piensa en depredar o quemar tal bosque, sino que ha incluido en su jerga coloquial palabras antes tan raras como 'sostenibilidad'.
"Cuando yo empecé en esto hace veinte años, la gente de mi promoción me miraba como el loco que se había metido a cuidar pajaritos. Ahora me miran con consideración".
EL MINISTRO Y EL FUTURO
Aunque ninguno de los entrevistados discute la presencia de Brack en el ministerio, sí se permiten hacerle sugerencias.
Para Loret de Mola, el ministro, además de asegurar un presupuesto adecuado, necesitará tolerancia, espíritu de inclusión y capacidad de convocatoria. "Ojalá que cuente con el respaldo de la ciudadanía para fortalecer su autoridad", comenta.
Marcos Alegre espera que Brack se rodee de gente que complemente su perfil, ya que --según él-- su liderazgo en temas 'marrones' (contaminación industrial urbana) no es tan prominente como su liderazgo en temas 'verdes' (recursos naturales, bosques, flora, fauna).
Para Zucchetti, el nombramiento de Brack genera ilusión en la comunidad ambiental, por ser una persona honesta y comprometida. Pese a ello --y notando que el ministerio nace con una ley que tiene muchos vacíos-- le sugiere al ministro producir leyes complementarias que especifiquen sus competencias en, por ejemplo, la evaluación y aprobación de los estudios de impacto ambiental, o en la política nacional del manejo del agua, o en la fiscalización de los sectores público y privado.
Solano dice que el ministerio es legalmente débil, pues Brack (a quien se refiere como el científico más reconocido en estos temas) ha mencionado cinco prioridades en las que no tiene competencia suficiente. Solano da dos ejemplos: el tema de los residuos sólidos depende de los municipios, y el tema del estudio de impacto ambiental depende del Ministerio de Energía y Minas.
A la luz de las opiniones de estos cinco expertos, estamos ante el nacimiento de una entidad de la que todos los peruanos somos, en algún sentido, viceministros o, por lo menos, colaboradores permanentes. Si la gestión de Brack --nuestro Al Gore-- falla, el menos responsable será él.
CRONOLOGÍA
1985: Se crea el Consejo Nacional de Protección del Medio Ambiente para la Salud, convertido luego en Instituto Nacional de Protección del Medio Ambiente para la Salud.
1990: Se establece el Código del Medio Ambiente y los Recursos Naturales.
1994: Se crea el Consejo Nacional del Ambiente -- CONAM.
1996:Se genera la primera Agenda Ambiental Nacional.
1997: Se crea el Fondo Nacional del Ambiente -- FONAM.
1998: Se crea la primera Comisión Ambiental Regional -- CAR.
1999: Se crea el Marco Estructural de la Gestión Ambiental (MEGA).
2005: Se aprueba la Ley Marco del Sistema Nacional de Gestión Ambiental.
Se sustituye el Código del Medio Ambiente y los Recursos Naturales con la Ley General del Ambiente.
2007: Alan García anuncia la decisión de crear un ministerio del medio ambiente.
Fuente: Diario El Comercio
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